Akathisto y oración al Bendito Seraphim (Rose) de Plátina

SeraphimRoseSlavonic

Nota: Este akathisto debe ser utilizado exclusivamente a nivel personal, no está permitido su uso litúrgico hasta que sea declarada su canonización.

Contaquio I

Durante mucho tiempo estuviste buscando la verdad y cuando descubriste la Iglesia Ortodoxa, te deshiciste para siempre del hombre viejo y no volviste la vista atrás. Te revestiste de Cristo y caminaste sereno. Por eso nosotros cantando, proclamamos:

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Ikos I

Buscando el camino de Dios, lo encontraste en el rostro de Cristo y habiendo encontrado la joya del Evangelio, aceptaste revestirla en tu vida y abandonaste todo por seguir al Señor. Por esta extrema conversión, nosotros te cantamos:

Alégrate, Errante que terminas en la verdad.

Alégrate, Unión decisiva de la Única Vía.

Alégrate, Rechazo de ilusiones de este mundo efímero.

Alégrate, Aceptación de la verdad evangélica.

Alégrate, Abandono total a la Gracia santificante.

Alégrate, Noble adquisición de verdadera riqueza.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio II

Desde la infancia de tu vida en la Ortodoxia, tuviste por modelo al santo jerarca Juan y comprendiste viendo su santa vida, que el Reino de Dios se conquista por desinterés, con el ayuno y por el ascetismo de la oración, obrando en Dios con humildad,  y cantando: ¡Aleluya!

Ikos II

El ejemplo admirable del santo jerarca Juan te abrió inmediatamente las puertas del cielo. Viviste como los santos padres de antaño, orando y trabajando en el campo de la virtud, y manteniéndote al borde del paraíso, leyendo a los Padres, que ahora cantan:

Alégrate, Discípulo perfecto que es digno de su maestro.

Alégrate, Peregrino magnífico de lo inaccesible.

Alégrate, Atleta que lucha por las más altas virtudes.

Alégrate, Tú que hiciste de tu ser una oración encarnada.

Alégrate, Tú que luchaste con las armas para tomar posesión del Reino.

Alégrate, Digno hijo espiritual del santo taumaturgo.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio III

Tomaste el nombre de San Serafín de Sarov, y como él, te fundiste en la oración. Te convertiste en erudito por traducir a los Padres y compartir con el mundo el tesoro que la Tradición acumuló para nuestras almas. En tu alma agradecida, cantas: ¡Aleluya!

Ikos III

Los Santos de Rusia se convirtieron en tus comensales y Tú viviste en espíritu con los santos monjes del Athos y Rumania. Hiciste revivir, por tus bellas traducciones a los Padres que lucharon por Cristo en Francia, y todos, en un coro unánime, te cantamos:

Alégrate, Contemporáneo de los padres espirituales de todos los tiempos.

Alégrate, Imitador de los santos ascetas de la antigüedad.

Alégrate, Comensal de los Héroes de la Iglesia de antaño.

Alégrate, Ilustre compañero de los monjes de otras épocas.

Alégrate, Traductor emérito de obras piadosas.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio IV

Te convertiste en un monje en el desierto de California, y en la soledad de Platina, así como en el fuego ardiente el oro es refinado siete veces, Tú te purificaste por el ayuno y la oración y partiste sabiamente al asalto del mundo, cantando continuamente al Señor: ¡Aleluya!

Ikos IV

Con el Padre Herman luchando por el Señor, en el frío del invierno y en el calor del verano, bajo la protección de San Germán de Alaska, construiste un monasterio para servir a Dios, donde te esforzaste por imitar a los santos de antaño. Y ahora, los ascetas de antaño te proclaman:

Alégrate, Tú que tomaste el camino del desierto por el Señor.

Alégrate, Tú que te revestiste de Cristo en todos tus pensamientos.

Alégrate, Tú que combatiste contra las pasiones.

Alégrate, Noble guerrero en la batalla del amor.

Alégrate, Centinela vigilante con el arma del corazón.

Alégrate, Soldado valiente en la lucha monástica.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio V

Trabajaste y oraste durante el día, y por las noches trabajabas y orabas traduciendo, para nuestras almas sedientas de Verdad como la tuya, las obras espirituales de los Santos Padres, salmodiando sin cesar al Dios Eterno: ¡Aleluya!

Ikos V

Por tus traducciones alimentaste las almas; ayudaste también a vestir la desnudez de las almas que nuestro siglo había despojado, y por tus propios libros mostraste el camino que conduce, lento pero seguro, hacia Dios. Por tu gran solicitud, nosotros te cantamos:

Alégrate, Frágil esquife que conduce a puerto seguro.

Alégrate, Iluminador de los buscadores de la Vía Santa.

Alégrate, Traductor durante tu vida del lenguaje de los Cielos.

Alégrate, Maná teológico de los corazones que escuchan.

Alégrate, Lámpara luminosa en el camino de Dios.

Alégrate, Refugio silencioso de la oración pura.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

 

 

Contaquio VI

A pesar de la dureza de la vida en Platina, Tú viste, más allá de toda realidad, el rostro oculto de Dios, que observa y espera. Y continuaste, pues, pacientemente tu labor para hacer conocer al mundo la Ortodoxia, a fin de que reconozcan que ella alaba a Dios:

¡Aleluya!

Ikos VI

Tu alma impregnada de oraciones y Tradición, caminó pacíficamente durante el tiempo que Dios te concedió, en compañía de los santos y ascetas de Cristo, despreciando las riquezas vanas del mundo, pero siendo compasivo con los perdidos a los que mostrabas la Iglesia, en la que ahora te proclaman:

Alégrate, Tierra buena y fértil de la Ortodoxia.

Alégrate, Jardín donde se despliegan todas las flores de la Iglesia.

Alégrate, Vergel que ofrece abundancia de fruta dulce.

Alégrate, Bendición encarnada del amor del Padre.

Alégrate, Reflejo fiel de las enseñanzas del Hijo.

Alégrate, Cosecha abundante de los dones del Espíritu Santo.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio VII

Arraigado en la Iglesia Rusa en el exilio, desde tu descubrimiento de la Ortodoxia, fuiste un día juzgado digno de ser sacerdote y desde entonces pudiste celebrar los sagrados misterios y recibir en el seno del refugio salvífico a los nuevos conversos que cantan a Dios: ¡Aleluya!

Ikos VII

Te convertiste en una luz en las tinieblas, y en un rayo de esperanza para la oscuridad del mundo. La gente comenzó a venir a verte para buscar el camino hacia Dios, y como un padre cariñoso les diste el alimento apropiado. Por eso ellos te cantan:

Alegrate, Templo del que brota sin cesar la oración hesicasta.

Alégrate, Atril humano en el que reposan las Escrituras.

Alégrate, Incienso de buena fragancia ante Cristo.

Alégrate, Cirio que se consume lentamente en Dios.

Alégrate, Coro y Ambón de las virtudes de la Santa Iglesia.

Alégrate, Lámpara perpetua ante el icono de Cristo.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio VIII

Defensor ardiente y celoso de la recta fe, te mantuviste alejado de las insidias del mundo, guardando la oración y la compañía de los santos e imitando por tu vida su ascesis perfecta y dando a conocerlos a los hijos del mundo, mientras que en tu alma clamabas a Dios: ¡Aleluya!

Ikos VIII

Caminando sin descanso por el arduo camino que conduce al cielo e ignorando tu tiempo, conservaste el Camino Real de la fe, e ignorando el fanatismo y la laxitud, permaneciste recto como los cedros del Líbano. Elogiando tu sabiduría inefable nosotros te decimos:

Alégrate, Libro abierto donde las almas encuentran consuelo.

Alégrate, Sutil presencia que enaltece el espíritu.

Alégrate, Mirada compasiva de ternura hacia nosotros.

Alégrate, Confort anhelado del espíritu, que lleva a Cristo.

Alégrate, Ungüento de misericordia sobre nuestras heridas.

Alégrate, Mensajero del amor para nuestros tiempos difíciles.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio IX

Celoso imitador de los Padres de la antigüedad, tú no hiciste jamás acepción de personas. Quisiste mostrar al incrédulo mundo la perennidad del Evangelio de Cristo. Diste tu tiempo y tu vida por el Señor, transformando los días en alabanzas a Dios: ¡Aleluya!

 

 

Ikos IX

El verdadero rebaño de ovejas del Señor creció bajo tu báculo dulce y firme, y tus hijos espirituales fueron para ti acceso a las riquezas insignes de la Ortodoxia. Tú fuiste el maná del desierto en un mundo sin Dios y les llevaste a la salud, por eso ahora te exclaman:

Alégrate, Tú, cuya paternidad fue todo dulzura.

Alégrate, Rico pastor en el barbecho espiritual.

Alégrate, Aprisco magnífico de los rebaños del Señor.

Alégrate, Guía seguro en la subida al paraíso.

Alégrate, Padre de los perdidos en un mundo sin referencia.

Alégrate, Ejemplo insigne en el camino de la salvación.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio X

Tu monasterio, al igual que la nave de la Iglesia, atravesó victorioso las tempestades, gracias a la protección de la Madre de Dios y los bienaventurados santos de la tierra y el cielo, y San Juan de San Francisco velaba por todos, mientras se elevaba la eterna alabanza: ¡Aleluya!

Ikos X

Como un faro de luz radiante durante la tempestad, tú hablaste de Cristo en todo tiempo, durante la noche indiferente de tu siglo. Diste conferencias y escribiste libros a fin de arrebatar a las ilusiones de este mundo, las almas de los que apreciándote te dicen:

Alégrate, Columna inquebrantable de la Ortodoxia.

Alégrate, Muralla de la Tradición de los siglos.

Alégrate, Alimento de los hambrientos de la verdad.

Alégrate, Bebida de los que tienen sed de la Palabra de Dios.

Alégrate, Consolación de los buscadores perdidos de los siglos.

Alégrate, Digno portador del nombre del Staretz de Sarov.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio XI

Tu lectura de los Santos Padres y tu propia sabiduría, te prepararon bien para afrontar la muerte. Tú sabías que no era el fin, sino el principio luminoso de la Vida, la gran puerta abierta a la eternidad y la entrada en el coro de los elegidos que cantan: ¡Aleluya!

Ikos XI

De repente, durante el curso de tu vida en Cristo, padeciste una terrible enfermedad, soportando el sufrimiento con coraje. Y te fuiste para reunirte con San Juan de Shangai y con San Pedro el Aleutiano, que te acogieron en el cielo proclamando:

Alégrate, Estrella pura en el firmamento de nuestra Iglesia.

Alégrate, Aceptación de la voluntad del Señor.

Alégrate, Pureza refinada en el crisol del sufrimiento.

Alégrate, Santa Luminaria que regresa a la Luz.

Alégrate, Atleta victorioso del combate por Dios.

Alégrate, Tú que te has unido a Cristo y a los santos.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio XII

El dolor de tus hermanos y tus hijos fue eliminado por la belleza de tu rostro y la alegre quietud que emanaba. Tú sonreías y por fin pudieron comprender que habías alcanzado el refugio de la salvación, donde los justos y los ángeles cantan a Dios: ¡Aleluya!

Ikos XII

Vaso precioso de la oración y de la ascesis, Canal insigne de las bendiciones de Dios, para los buscadores y peregrinos de este siglo. Dios manifestó el favor que tú tenías, en los milagros cumplidos bajo tu intercesión. Maravillados, nosotros te alabamos con estas palabras:

Alégrate, Tú que desde el cielo continuas tu obra en la tierra.

Alégrate, Tú, que como San Serafín de Sarov, habitas en el cielo.

Alégrate, Tú que continuas rogando por nosotros desde el cielo.

Alégrate, Tú que prestas oídos a tus hijos.

Alégrate, Itinerario ejemplar ante Cristo.

Alégrate, Modelo para las generaciones venideras.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Contaquio XIII

Te has convertido en un modelo para nosotros, por tu vida entera consagrada a Cristo, por la firme paternidad espiritual que ejerciste por tus escritos llenos de Gracia y por tus palabras impregnadas por el Espíritu Santo. Por eso, agradecidos, cantamos a Dios: ¡Aleluya!¡Aleluya!¡Aleluya!

(Este contaquio se recita tres veces)

 

Ikos I

 

Buscando el camino de Dios, lo encontraste en el rostro de Cristo y habiendo encontrado la joya del Evangelio, aceptaste revestirla en tu vida y abandonaste todo por seguir al Señor. Por esta extrema conversión, nosotros te cantamos:

Alégrate, Errante que terminas en la verdad.

Alégrate, Unión decisiva de la Única Vía.

Alégrate, Rechazo de ilusiones de este mundo efímero.

Alégrate, Aceptación de la verdad evangélica.

Alégrate, Abandono total a la Gracia santificante.

Alégrate, Noble adquisición de verdadera riqueza.

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

 

Contaquio I

 

Durante mucho tiempo estuviste buscando la verdad y cuando descubriste la Iglesia Ortodoxa, te deshiciste para siempre del hombre viejo y no volviste la vista atrás. Te revestiste de Cristo y caminaste sereno. Por eso nosotros cantando, proclamamos:

Alégrate, Bendito hieromonje Serafín de Platina.

 

 

 

Oración al Bendito hieromonje Serafín de Platina.

Bendito Padre Serafín de Platina, tú que encontraste a Cristo, y abandonándolo todo, le seguiste sin vacilar, intercede por nosotros que somos débiles y pusilánimes, a fin de que siguiendo tu santo ejemplo, otorguemos a Dios el primer lugar en nuestras vidas, y que sin hacer discontinuo nuestro progreso en el Camino, podamos alcanzar el bendito lugar donde todos los santos moran.

Ruega por nosotros para que seamos fieles a Cristo hasta la muerte, que jamás neguemos la Santa Tradición de la Iglesia y que trabajemos en la oración incesante para la edificación del templo de tu Espíritu Santo.

Ruega por nosotros para que, siguiendo tu santo ejemplo, no seamos jamás desanimados por las pruebas, por los tormentos y las contrariedades de la vida mundana, y que siempre tengamos en mente las promesas de la Verdadera Vida.

Finalmente, ruega por nosotros para que, guiados por tu santa oración, lleguemos a ser columnas de fe para la Iglesia, y nunca caigamos sin levantarnos inmediatamente en la alabanza y la esperanza.

Bendito Padre Serafín de Platina, sé nuestro hermano, nuestro modelo, nuestro guía en la tierra de los vivos e intercede ante Dios misericordioso para que tenga piedad de nosotros y nos guarde por tus santas oraciones, hasta el tiempo bendito del Reino que ha de venir. Amén.

Compuesto por Claude Lopez-Ginisty

Traducido y publicado con permiso de su compositor.

Fuente

Traducido por: Psaltir Nektario B.

Para cristoesortodoxo.com



Categorías:Akathistos, Oraciones y servicios

1 respuesta

  1. Gracias por poner a disposición este Akathisto (e todos ellos) en español. Estoy leyendo el libro de la vida de Bendito hieromonje Serafín “Father Seraphim Rose, His Life and Works” por hieromonje Damascene. Es impresionante el tan pertinente que es a estos días en que estamos ahora, ¡explica en detalle! ¿Sabe si esta obra ha sido traducida al español? ¿Y las otras obras de Hieromonje Serafín como “Orthodoxy and the religión of the future” and “The soul after death”?

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